Loarre 6 de Junio 2010. Victor Perex

Escrito el: 6th junio 2010 por AlasDeLeyre en Cronicas, LIGA NORTE

 

LOARRE-SANGÜESA EN SOLITARIO: Por tierra de lobos

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Después de leer la “Rappelada ”, tengo serias dudas sobre si realmente se podrá volar en Loarre, ya que su fama de ventoso se suele cumplir. Sin mucho ánimo decidimos ir hacia allá el viernes por la tarde.

El sábado amaneció con unos bonitos cúmulos que auguraban un día cambiante. Las condiciones en el despegue, que en un principio eran suaves, no defraudaron mis peores temores: viento moderado, cruzado y térmica rota.

Al ver el “sube-baja” de la gente que volaba delante del despegue y el escaso techo que había cantado Miguel por la radio, le dije convencido a Marta: “creo que hoy no pasamos nadie de Agüero”.

Tengo todo preparado para salir y estar en buena posición a la hora del start-point, pero el viento arrecia y tengo que esperar más de quince minutos para poder hacerlo con seguridad en la racha baja. Aunque siempre hay alguno que tiene más prisa por salir. (Perdona Txino si te molesté). Al final salgo tarde y el grupo de cabeza se larga.

En el aire compruebo que salir de la zona del despegue va a ser difícil y entramos en una montaña rusa que era de todo menos divertida. Por fin consigo remontar a la sierra que hay detrás del despegue y por allí me encuentro al Txino, viendo que el techo era muy bajo, decido salir dirección Riglos  con el temor de que mi vuelo se acabe pronto.

Al arrimarme a la siguiente ladera compruebo que el viento cerca de la cresta es bastante fuerte y me dejo derivar dirección Riglos sin apenas altura para no girar y que me meta para atrás. A la altura de los Mallos escucho la voz de Esther por la emisora dándome ánimo. Y aconsejándome que no vaya tan pegado a la cresta y que me abra al valle, que es por donde ha ido el primer grupo. Ella ya ha pinchado y me desea suerte. Nada más abrirme al valle, encuentro la térmica salvadora que me lleva directamente a los Mallos de Agüero.

mt_gallery:Riglos

Al llegar a Agüero me doy cuenta que además del Txino, me ha seguido Takolo. Pero la cosa está muy floja y andamos cada uno por nuestro lado buscando la mejor térmica. Aquí empiezo a tomar conciencia de lo que se había dicho en el briefing sobre la necesidad de asegurar altura, al ver lo que nos esperaba después de Agüero.

El grupo de cabeza hacía ya un rato que se había marchado, por lo que carecía de referencias sobre la altura con la que continuar, pero me dejo derivar por las térmicas que me llevaban dirección oeste. Veo al Txino, que ha optado por ir por la cresta de la sierra más al norte y pienso que no sería mala idea seguirle. A mitad de camino nos dice por la emisora que ni se nos ocurra, que ha llegado a un punto sin retorno y el valle de atrás tiene muy mala pinta. Así que me veo metido en un agujero con Takolo en el que el simple echo de mantener la vela abierta ya es tarea suficiente. Es donde peor lo pasé y lo gracioso es que el “pueblo” que teníamos debajo se llama “San Felices”.

De repente encontré un canicazo de los de tipo “ascensor”, sin atreverme a girar por lo violento de la situación le grité a Takolo que o salíamos así o nos quedábamos en aquel agujero. Así que le doy al último piso y sujeto fuerte la vela. Poco a poco voy saliendo y comienzo a girar muy cerrado para no perderla, cuando decido continuar ruta, veo a Joserra Mallo que vuelve y nos dice por radio que está la cosa muy chunga más adelante y no lo vé nada claro.  Esto fue un jarro de agua fría, ya que de allí en adelante no había sitios buenos para aterrizar y la pateada que me esperaba en caso de pinchar iba a ser impresionante. Pero pienso en un plan: si pincho, aterrizo en una de las numerosas pistas forestales, recojo la vela, la escondo y ya volveré a por ella cuando encuentre ayuda. Este pensamiento positivo y ver que Takolo y Joserra no salían de agujero de Sanfelices me hace no mirar atrás y continuar.  Enseguida encuentro una térmica que con la deriva me lleva hacia Biel, en la zona de Luesia. Uff! Por ésta vez me he salvado de la pateada!!!!

mt_gallery:Yesa

Voy directo a la sierra de Luesia con viento en cola y estoy seguro de que allí remontaré, ya que está orientada al SE. Pero, mi gozo en un pozo, al comprobar que no tiraba nada. Me arrimo a la ladera como si fuera Sopelana, pero aquello tira menos que un pedo. Tengo que pisar acelerador para poder salir al primer prado aterrizable. Haciendo la aproximación a 50m del suelo, y contento con el resultado de mi vuelo (superaba con creces mis expectativas) saco los pies y me dispongo a aterrizar. En ese momento oigo la música celestial del vario de lo que parece una pequeña pompita. Y comienzo a girar…. Bingo!!!!! Llego a la altura de la cresta y busco el núcleo de la térmica. Sin soltarla llego a la nada despreciable altura de 2350 m. Y entonces veo que otra vez la “tierra de lobos” me espera en el camino. Y me lanzo con la esperanza de que el viento en cola me saque pronto hacia el valle de Sangüesa.

Por el camino pienso que lo mejor sería ir hacia los molinos de Sos del Rey Católico, para después afrontar el gol con viento más favorable. Pero al ver que los bosques de ésta sierra parecían ser interminables, decido ir hacia el NO, a otra sierra más al N que lleva directa a Sangüesa. Miro para atrás y no veo a nadie que me siga y tampoco veo al grupo de cabeza, pero la altura y velocidad que llevo me hacen ganar confianza.

mt_gallery:El_camino

Antes de llegar a la sierra a la que me dirigía encuentro una térmica en el centro del valle en el pueblo de Lobera de Onsella, que me va llevando poco a poco hacia ella. Con más de 2.000m decido seguir la cresta dirección Sangüesa. En ese momento oigo a Iván Colás por la radio que me da ánimos desde el suelo y me dice que siga en esa dirección, que esa cresta tiene que tirar (no me lo puedo creer!). Veo el gol, pero el GPS me dice que quedan 20km todavía. Poco a poco avanzo en el camino mientras voy perdiendo altura, y comienzo a hablar con Txus y Miguel, que ya están en gol. Empiezo a ponerme nervioso porque la ladera se acaba y no he encontrado ninguna térmica, entonces haciendo caso a los consejos de Txus, me salgo a los campos arados a mi izquierda, junto a una granja de cerdos. Jamás he disfrutado tanto del hedor nauseabundo de los marranos mientras subía en la que podía ser la última térmica del vuelo, a 8km de gol.

mt_gallery:Gol

Cuando por fin vi en mi GPS que solo necesitaba una fineza 6 para llegar a gol y que el viento seguía viniendo del SE, empecé a creérmelo. Y entonces Miguel me dice por radio: “Enhorabuena Victor! Te has acordado de hacer la baliza de  Luesia?”.¡ No lo podía creer! ¿Había una baliza en Luesia? Mierda, siempre me pasa algo,¡ no podía ser verdad!!! Menos mal que Miguel enseguida se apiadó de mí y me dijo que era una broma y que continuase hacia el gol. En esos momentos mis neuronas ya no podían pensar si era o no cierto. Y así continúo hacia el gol.

Al aterrizar veo que solo hay tres personas en gol y creo que los demás están en la cafetería tomándose su merecida cerveza(se podían freir huevos en euna piedra). Pero cuál es mi sorpresa cuando me dicen que soy el cuarto y no hay nadie más.

Sin poder creerlo recojo y nos vamos a tomar esa cerveza al Yamaguchi de Sangüesa, donde al rato viene la recogida a la que de paso agradezco enormemente su inestimable apoyo y colaboración así como la de los compañeros que me han dado ánimo y consejos en vuelo y antes del mismo.
Gracias a todos.

Víctor

  1. AlasDeLeyre dice:

    Muy buena crónica.. A ver si este 2011 tenemos más..