Alas de Leyre

Este finde ha sido sólo de una manga. La del 9, en Ribafrecha. El 10 se ha anulado, en Arangoiti, por viento fuerte.

Las previsiones han sido bastante acertadas, y se puso una prueba típica de Ribafrecha. Viento de NW, rolando a N por abajo, y, al revés, a W por arriba. Techo de unos 2000 m, aunque no todo el mundo los pilló.

51 inscritos a la prueba. ¡¡Muy buena cifra!!

La manga que se puso, incluía un típico zigzag de balizas cerca del despegue, y luego gol directo en Alfaro. 56,6 km.

 

 

El despegue fue cómodo, y rápido. En poco tiempo, todo el mundo en el aire, y esperando al Start Point, que era a las 15:30 (no tenemos prisa en Ribafrecha).

 

Podéis ver unas cuantas fotos (que esperamos ampliar) en el grupo de Facebook de la Liga Norte, en éste álbum.

Y las primeras clasificaciones (provisionales), las podéis encontrar aquí.

Como siempre, la crónica de uno de los protagonistas de la manga. En esta ocasión nos visitó Mario Arqué, y éste es su punto de vista de lo que fue la prueba. Os dejamos con ella:

 

Por fin comenzó la Liga Norte 2015, tras 4 cancelaciones, a la 5ª ha sido la vencida.
¿Dónde? En Ribafrecha (La Rioja), la zona comodín de la Liga, porque cuando no se puede ir a volar a ningún lugar, Ribafrecha, o Pinchafrecha, como la llaman algunos, es el último recurso.
Pero esta vez fue diferente, la previsión era buena y el día salió incluso mejor de lo previsto, porque el llano de la vega del río Ebro funcionaba, la ladera no estuvo ventosa, se alcanzó el techo de 2.000 m con facilidad, la térmica era generosa y los 50 pilotos que acudieron, pudieron disfrutar de la mejor versión de Ribafrecha.

No solo empezaba la Liga sino que algunos pilotos que acudieron, llevaban años sin volar y sin competir, como el francés Benoit Bayon, que bajó de Baigura, era miembro del Equipo Abac y reconocía que llevaba 5 años sin volar ni competir, otro en gol reconocía que hacía dos años que no volaba, hasta vino de visita Madita, de Cantabria, la que fuera Campeona de España en los noventa. Su satisfacción tras aterrizar mostraba lo que disfrutó con el reencuentro con el ambiente de la competición, en una zona que no conocía, no compitió pero ayudó en los despegues.

El día lo estrenó el alma local Robert Jimenez, quien no paró de hacer biplazas mientras se iba poniendo bueno. Fuese aterrizando abajo y volviendo a subir o aterrizando magistralmente entre las velas en el despegue, uno tras otro fue haciendo su cupo de biplazas. Luego queria hacer la prueba, así que despidió al último pasajero y tomó su flamante Swing Nexus y se fue hasta el gol despegando el último con el start abierto, reconocía que las condiciones estuvieron buenas para la zona, las normales cuando no se usa Ribafrecha como salvavidas.

 

Cúmulos sobre la ladera, que al estar orientada al noroeste invita a volar un poco tarde, la prueba eran casi 60 km por el valle del Ebro, haciendo un pequeño zig zag previo por la ladera, start sobre el despegue, luego ir a la punta derecha de la ladera, volver a la izquierda y un poco al frente, hacia la cantera y partir de cross viento en cola con los 15 km/h de NW meteo, que en altura eran más de oeste y cerca del suelo, más de norte y algo más fuerte.

Pusieron primero un punto de paso en un cruce para conducir un poco la prueba y facilitar las recogidas, pero por suerte otro piloto local buen conocedor de la zona (Raúl) insistió para que quitasen esa baliza porque haría dificil el gol al tener que abordarlo viento en cara desde el SW. La verdad es que tal como se dio el día, podria haberse dejado, pero era una buena precaución y daba libertad para elegir la ruta a los pilotos.

Así que hubo tres caminos básicamente, uno muy al norte, pasando por Calahorra, practicamente llegando al mismo Ebro, esa ruta la tomó Xabi Gonzalez, pillando muy bien en la ciudad de Calahorra, pero viendose adelantado por los primeros que fueron por la ruta intermedia (entre el Ebro y las montañas de los molinos eólicos). La mayoría tomaron esta ruta a medio camino entre el llano y las laderas, lo que permitió que volasen en pequeños grupos, facilitando centrar bien las térmicas, que a poca altura eran flojas y a partir de 1.500 m empezaban a ponerse mejores, llegando a 2.000 m con algunos cúmulos en las montañas y alguno suelto que se hacia por el llano, pero el vuelo fue mayoritariamente azul.

Solo sobre la ladera del despegue hubo varios cumulos de vida breve, pero que nos subieron a todos a un start confortable. Luego al abrirse al norte, ya se sabe que la térmica flojea, pero esta vez se atacaba el llano con más altura y comodidad, aun así, la siguiente zona era floja, y abajo costaba subir, tocaba conservar la altura y girar bien hasta arriba de nuevo.

Por la montaña se fue Casti, que acabó ganando la manga en el sprint del planeo final a la otra Enzo, yendo por rutas diferentes.

 

La gigantesca central solar que hay al sur de Calahorra nos regaló la térmica que nos daría la llave del gol.

Veníamos subiendo con dificultad desde hacía un par de térmicas, sin hacer techo, con Gorka (quien estaba probando la GTO2 y Jon Mikel Pelaez con la Trango XC2), en cada térmica nos reuniamos para centrarla y luego seguiamos separados peinando y atentos a las aves.

Los pueblos también soltaban sus térmicas pero en general, flojo y lento por abajo. Debía haber una inversión porque a partir de 1.400-1.500 m la térmica cobraba vida y el mejor segmento lo tenía hasta los 2.000 m, donde ya la dejabas para no perder ritmo.

A partir de esa térmica, el camino estaba sembrado de ascendencias muy buenas (eso sí, yendo alto), casi rebotando en esa inversión, pero por encima, de modo que pudo afrontarse un planeo final de 16 km con una fineza requerida inicial de 10, acelerando y vigilando a los lados y aun sobraron 500 metros de los 1500 disponibles, Xabi por el Ebro desde la térmica de Calahorra y Casti por la ladera de los molinos, todos apuntaban al gol.

Aunque igual que habia buenas térmicas, también podías pescar una línea de descendencia y verte ir al suelo con la miel en los labios por tener el gol a la vista y tan cerca, eso les pasó varios pilotos, unos por quedarse bajos y no poder subir a ese nivel más activo, otros por tropezar con una línea muy descendente, como fue el caso de Jon Mikel, quien se merecía más que nadie ese gol tras haber ido con los de cabeza casi todo el tiempo y marcando las mejores térmicas. 13 llegaron al gol y 5 quedaron muy cerca.

 

El gol visualmente era impreciso, ya que un radio desde el polígono de la población de Alfaro, dibujaba una curva amplia como meta, y con el viento y la existencia de varios pueblos, no sabías muy bien a dónde apuntar realmente con el parapente, así que la flecha del GPS la única referencia concreta en el planeo final sin importar hacia donde fueras.

Primero llegó Casti en 1h 44′ a 31 km/h de media, un minuto por delante mio (los dos con Enzo2L), luego el francés Bayon (Icepeak8) otro minuto después, y Gorka Elduaien (GTO2), un minuto tras él, Xabi González (IP8) cuatro minutos después de Gorka llegando desde otro ángulo, viniendo más del norte. Luego Juan Maiza (Cayenne4), Rodolfo Pérez (Delta 2), quien llegó canturreando hasta el aterrizaje, Leo Virosta (Axis Vega), Raúl Oronoz (Omega 7), Felix Azagra (Artik 3), Mario Diego (Carrera), Robert Jimenez (Nexus) y cerrando el gol y a una hora del primero, Guzman Cabello (Mistral 6).
5 pilotos quedaron a menos de 5 km del gol: Jon Mikel, a 3,3 km, pero ganó a todos los que no llegaron gracias a los leading points que fue recolectando por el camino, quien se quedó más cerca de gol en cambio, fue Iñaki Lazkano, a tan solo 400 m del radio final del gol, Asier Izco a 1 km e Iñigo Redín a 4,8 km. 21 pilotos (casi la mitad) pasaron de los 20 km, lo que demuestra que no fue todo coser y cantar una vez que se abandonaba la ladera de Ribafrecha.

 

 

Las fotos que ilustran este post son de Mario Arqué e Iñigo Redín