Ayer arrancó la Liga Norte 2018 con un sabor agridulce. Cuando mejor estaba se nos metió la sombra y para casa. Pero fue un vuelo bueno para empezar la temporada que nos pilla más fríos que nunca por el largo invierno.
Y hoy domingo ha amanecido todo cubierto, me he levantado tarde y no soy nada optimista, Pero bueno, estamos bastante gente y hay alguna posibilidad así que subimos al despegue.
Ya en el despegue la primera sorpresa es que no hay mucho viento. No me mola mucho la cara N de Arangoiti y una de las razones suele ser el viento y hoy parece que nos va a perdonar. Nos ponen una prueba para cubrir el expediente, con pocos kilómetros y la primera mitad por la ladera y luego al llano hacia el SE. Pero aún así no va a estar fácil.

Algunos claros que se abren, el sol calienta un poco y parece que el día puede permitirnos algo más que el descenso que sospechábamos hace una hora. Así que, mientras casi todo el mundo ha preparado su equipo, yo saco el mío y preparo en todo el medio del despegue de las antenas. Se ha abierto la ventana, pero nadie quiere salir el primero. Una decisión inteligente. ¡Que inventen otros!

Así que una vez preparado el equipo y ya que estoy en todo el medio, pues decido despegar. Eso sí, primero espero a que pare una rachita de S que ha entrado. Ya en el aire noto que no se mueve nada, alguna pompa que me hace cabecear un poco y nada más. Y además la vela se me mueve de vez en cuando hacia la derecha, voy dirección W, así que deduzco que por la ladera se cuelan algunas rachas de S.

Cuando estoy a 300m bajo el despegue encuentro una pompa con fundamento y la giro. Es suave pero se gira bien y me sube desde los 1.100m hasta los 1.250m, lo que me permite avanzar un poco hacia el W, hacia la nube, y subir ya a +2 hasta los 1.600 que está la base de la nube. El viento de W de 8km/h no molesta en absoluto.

Ya con esa altura y pasando a la cara S a tantear pita el GPS y se abre el start point. Al resto de pilotos les ha pillado el toro y andan por la cara N intentando remontar. Excepto Billy que está bastante bien situado, pero unos 200 m por debajo, así que salgo disparado mientras él sigue remontando. Voy hacia la ermita de Lumbier, cómodo, sin presión, controlando a Billy que también viene tranquilo como 1 km por detrás.

Después de la ermita vuelvo por encima de la ladera. Las nubes ayudan a mantener la altura. Me cruzo con gente que ya van altos. Ahora hay que ir a Usún, es decir, abrirse un poco al N y separarse de la ladera. Ya volviendo pienso que eso es una trampa mortal. Está «lejos» y la cara N cada vez parece funcionar peor. Así que hay que pensar. Y encima tengo a Billy pisándome los talones.

Estrategia: trincar lo máximo en la cara S e intentar ir a la baliza y volver del tirón. Así que allá voy. Mirando el GPS para no desviarme de la ruta, optimizando la velocidad y el planeo, pincho la baliza y media vuelta. Ahora hay que mirar a la ladera, a ver por dónde entro. Quedarse en la cara N supondría tener que luchar un montón para subir y perder toda la ventaja. Optimizo la velocidad y el planeo y llego por encima de la ladera, justo, pero llego. Como no llego muy holgado al principio hay algo de meneo, pero enseguida empiezo a subir bien. Yijaaaaa!!!!!

¿Y dónde anda Billy? Pues no le veo, así que ahora sí que voy solo solo.

Pues ahora hacia la baliza del pueblo de Lumbier. Los nubarracos tiran y veo gente alta, así que voy cómodamente, pincho la baliza y me pongo a girar con unos buitres. Vuelvo un poco por encima de la ladera, un poco más allá de la cantera de Liédena hay un nubarraco y subo hasta las barbas. Giro 90 grado y tiro dirección S, dirección al gol.

Al principio caigo bastante, pero veo el sol en el valle y pongo todo mi empeño en llegar a los prados soleados. Y, por fin, llego. Más o menos entre Javier y Sangüesa. Está todo muy verde y busco algunos prados marrones a ver si funcionan.

Y aquí empieza la agonía. Estoy bajo y lo único que encuentro es un 0. Pienso que con una térmica buena llego a gol, así que espero en el 0 a ver si se dispara. Y sí, se dispara, ahora es un +0,2 me sube 150 metros y pierde fuerza. Esta térmica, de no estar todo tan verde, de seguro que me hubiese llevado al gol. Pero no, y toca buscar otra. Avanzo y otro +0,2. Subo 100 m y se acabó. Avanzo y una tercera del mismo estilo. Me abro un poco al S donde hay 2 milanos girando y así gano un poco de altura al bajar el terreno. Pero tampoco funciona y acabo aterrizando a 4 kms del gol.

La sensación cuando te quedas tan cerca del gol siempre es amarga. Pero se me pasa al pensar que ha sido un vuelo majo y que hace 3 horas no pensaba ni en volar.

Gracias a la organización y a Xabi e Isidoro por la recogida los 2 días.