Alas de Leyre

Un gol casi directo a Campo, se propuso en la tercera manga de la Liga Norte que se disputó en Loarre.

Al no tener balizas previas por el valle, resultó vital estar bien situado en el inicio de la carrera.
El start era el despegue con un radio de 1.500 mts. 
La zona del despegue estaba revuelta como pocas veces había visto.

Al principio se subía hasta los 1.900 mts, pero la deriva no te permitía estar dentro del start.
Al abandonar la térmica para volver al círculo de 1.500 mts te encontrabas con la madre de todas las descendencias.

A falta de 5 m. para la salida, un pequeño grupo en el que reconocí a Xabi y Yeray, nos las prometíamos felices, pues estábamos con unos 2.000 m y cerca de la linea.
La térmica se acabó y empezamos a retroceder. Me dirigí hacia un grupo de velas que estaban girando más abajo y el resto tomó un rumbo diferente. Tuve suerte y apenas cogí descendencias, pero al resto del grupo les vi en 2 minutos 400 mts mas abajo.

Entre tanto el valle empezaba a funcionar y se pasaba de los 2.000 mts encima del castillo.

Javier G. de Segura, que no se había visto en otra parecida, fue el primero en saltar hacia atrás, seguido de Iñaki Lazkano.
Con el Start empezado, continué girando un par de minutos para saltar con margen, y viendo de reojo a los dos valientes. 
El siguiente  apoyo está bastante cerca y cuando llegaron los dos primeros empezaron a girar. Yo ya había saltado y nos juntamos los 3 para subir en una térmica un poco desordenada y no muy potente. 
Con unos 2.000 mts seguí hacia una calle de nubes muy apetitosas que marcaban el camino.

En la siguiente térmica se juntaron Rodolfo y Marcelo. Marcelo con su veterana Peak 4 no podía mantener el ritmo y nos seguía unos cientos de metros más abajo. La linea directa sobrevolaba tierra de lobos, pero  3.000 mts y una calle de nubes de libro animaba a seguir sin miedo.
Rodolfo pudo comprobar lo que rinde su nueva vela y juntos hicimos el vuelo hasta la entrada del valle de Ainsa. Aquí terminaban las nubes  tomando caminos diferentes.
Él se abrió mas al sur y yo me decanté por una linea más recta a Sierra Ferrera.  Yeray pisó el acelerador y consiguió alcanzarme cuando yo giraba la ultima térmica antes de cruzar el río Cinca.
Él estaba mucho más bajo y se juntó con Rodolfo para cruzar el valle.
No tuvieron suerte y aterrizaron cerca del río.

A mí me dio para llegar a las laderas de Peña Montañesa con una altura suficiente para encontrar una térmica en la fuga. La abandoné cuando me puse más o menos a la altura de la cima y pude enganchar la inmensa ladera que te llevaba al gol sin necesidad de girar nada.