Alas de Leyre

         Otro año más, hemos empezado la Liga Norte (en lo que a vuelo se refiere, porque siempre está ahí la Sidrería de Urberu) con los entrenamientos. Pensados para que los nuevos en esto de la compe se animen a participar en todo lo que rodea a una prueba, fueron, otra vez, un gran éxito. La filosofía es, precisamente, la que antes comentaba: enseñar.

       Todo está pensado para iniciar en el mundo de la competición (y, por supuesto, del vuelo de cross) a los pilotos interesados. Mejor, cuento cómo fue el finde. Todo empieza el jueves, con la decisión sobre la méteo y el lugar en donde hacer la prueba (prueba, sí, porque es como una manga de competición). Tras valorar las posibilidades, atacamos una zona nueva (para la Liga Norte), La Mazorra, un puerto de montaña, cerca de la localidad de Valdenoceda (al sur de Villarcayo), provincia de Burgos. Orientación NE, con una buena ladera de, mínimo, 12 km hacia el este. Y con muchas posiblidades. Rodeada de varios despegues con otras orientaciones. En definitiva, un sitio de lo más apetitoso.  

Sábado, 10:30, cita en el bar El Parador (¿dónde sino?). 40 personas apuntadas.

¿Para qué?: unas pera enseñar, y otras para ser enseñados. La cosa funciona así. Se forman grupos de unos 5 pilotos, que van con un guía..

¿Cual es el objetivo de ese guía?,  pues, está claro, ¿no?, ¡guiar! Con el equipo volando en la misma frecuencia, el guía les va explicando qué hacer, a dónde ir, cuánto girar, etc…, para ir realizando la manga propuesta. Además, previamente, explica cómo manejar el gps, qué es una competición, etc… Después de la manga, explicaciones sobre cómo volcar el track, y, tras todo, una pequeña charla sobre la prueba (en definitiva, contar batallitas).  

Resumen de lo acontecido.

             El sábado salió un día espectacular (ojo, estamos en marzo). Techos de unos 1700 (700 sobre el despegue), viento flojo de N. Se puso una prueba sencilla, básicamente por la ladera, para que todo el mundo la pudiera hacer. Pero, hubo un accidente (Diego recupérate) que asustó a la gente, ya que no respondía por la radio. Aunque el accidente no fue, aparentemente, muy grave, había perdido el conocimiento. Una demostración de compañerismo. Pilotos bajando a ayudar, aterrizando en los árboles, incluso, gente del pueblo ayudando. Por ese lado, una maravilla. Muchas gracias a todos!! Finalmente, la cosa no fue grave, por suerte. Pero, eso sí, en el ambiente había algo que hacía que la gente no estuviera con muchas ganas. Demasiado susto!!! Sin embargo, se subió a volar de nuevo, y hubo gente volando hasta que entró la noche.  

              Por la noche, cenorra en Villarcayo. Y, el domingo, vuelta a la competición Previo a la subida, y, volcando las balizas a los más tardones (hoy os perdonamos, por ser entrenamientos), hubo una charla sobre AVLE, impartida por Íñigo Redín. Se respondieron las dudas que los asistentes tuvieron, y, cuando terminó, de nuevo a volar. Tras unos interminables 10 minutos de coche, y unos salvajes 7 minutos de pateo, estábamos en el despegue. Repetimos la manga del día anterior, aunque ya se ve que le día no es igual.

                La actividad térmica es más escasa, no hay nubes, y, encima, el viento entra muy cruzado de W (en el despegue no, en vuelo). Así que la prueba no se pudo realizar, porque ir hacia el este hacía que fuera muy difícil volver y seguir la prueba. Esto no es una compe, es lo que es, así que estontería pinchar por cabezones. Hemos venido a volar. Los pilotos, de nuevo, volaron más de 2 horas. Y disfrutaron de lo lindo. Por cierto, no he hablado de la zona apenas. Ya toca, ¿no?