Comentario 7ª manga Liga Norte
El domingo se pone una manga de balizas: Clavijo, detrás de la peña de San Turce, Nalda, Murillo, Ventas Blancas y gol en el aterrizaje oficial de Ribafrecha. 35 km en total.
La previsión es muy similar a la del sábado y los pilotos no tienen prisa en despegar. De hecho, la manga no se abre hasta las tres y media, y aún hay muchos pilotos que no despegan más tarde.
Yo creo recordar que despegué a eso de las cuatro y trinqué algo de altura (400 m sobre el despegue) junto con Igone, Iñigo Redín, Félix Azagra y Miguel de Bera.
En una de estas que estoy bastante alto me salgo fuera de la ladera, sobrevolando la famosa costilla para ver si hay algo, pero no encuentro nada. Cuando me vuelvo a la ladera más bajo, veo que mis cuatro compañeros se han lanzado en escuadrilla al valle para hacer la transición a San Turce, no sé si porque me han visto a mí, o por propia iniciativa. Yo tengo que volver a recuperar altura por narices. ¡Coño! ¡Se me van a escapar! Pero por lo menos, voy a tener la ventaja de ver cómo le va a cada uno de ellos, para seguir por donde más me convenga. No hay mal que por bien no venga.
Para ir a Clavijo, hay que rodear o pasar por encima la peña de San Turce, para lo cual hay dos opciones. Se va directamente hacia la peña, que queda sotaventada pero expuesta al sol y se intenta trincar para pasar al otro lado, o se pasa por encima de Ribafrecha para rodear completamente la peña y trincar en el lado de barlovento.
Iñigo Redín y Miguel optan por atacar directamente a la peña por el sotavento. Igone y Félix se bajan por la costilla a intentar trincar sobre los relieves que hay enfrente de la piscina. Yo ya he tomado algo de altura y me he abierto al valle. Me da un poco de remordimiento de conciencia, pero solamente me queda ver a quién le va mejor en la travesía para ir por allí. El panorama no es muy halagüeño. Iñigo y Miguel no pillan nada en el sotavento, aunque se les ve rascar como limacos. Finalmente intentan rodear la peña, pero ya no tienen altura. Miguel cae en la fuga e Iñigo tira la toalla y se baja para la piscina a aterrizar. Igone y Félix están más abiertos hacia Ribafrecha, girando, pero sin trincar mucho. ¡Pues vaya! Visto lo visto enfilo a la fuga de San Turce para intentar rodearla. ¡Puf! Voy todo el rato por una descendencia, y llego bajísimo al otro lado. Me pego a las piedras hasta que el vario pita una fracción de segundo. Pruebo de todo: pegarme a las rocas, abrirme un poco a buscar pompas. Nada parece servir del todo, pero poco a poco voy ganando unos pocos metros. Encima de una peña veo agitarse los arbustos. ¡Allí se suelta algo! Consigo centrar un +1 y empezar a girar. Al cabo de un rato estoy sobre la cruz girando un buen pepino y derivando hacia Clavijo.
La térmica me suelta a 1400m. Paso sin girar nada sobre la iglesia de Clavijo (baliza 1) y sigo recto hacia la sierra del otro lado, que me deberá llevar a Nalda. Supuestamente, este lado de la sierra se tiene que orientar al viento del oeste que se supone que está dominando, pero no me da esa impresión. Siento la ladera fugada y suben muy pocas térmicas. Sigo de planeo sin girar nada, porque el final de la sierra parece tener mejor aspecto. Llego hasta el otro lado con menos de 900 m y veo más adelante dos buitres girando un buen pepino muy cerca del suelo. ¡Ahí va ser! Un poco antes de llegar a los buitres encuentro un buen cebollón. Subo más rápido que los buitres, porque ellos están en un núcleo más débil, seguramente con la intención de subir a las buitreras que hay más al oeste. Mi térmica me sube por delante de las buitreras hasta 1500m. Estoy justo enfrente de la baliza de Nalda: esto es pan comido.
Planeo hasta la iglesia, la sobrevuelo muy alto, casi a 1300 m y me vuelvo enseguida a buscar mi ascensor particular. El caso es que no lo encuentro, y en lugar de ir a buscar otro, me encabrono y sigo dando vueltas esperando a que se dispare hasta que me quedo muy bajo sobre la sierra. Todavía tengo mucha altura sobre el valle, pero para salir me tengo que meter por un venturi que termina por llevarme al suelo cerca de unas canteras. ¡Qué mala leche! ¡Con el alturón que tenía sobre la segunda baliza!
Poco a poco van apareciendo algunas velas. Igone hace la baliza mucho más bajo que yo, pero se echa a la sierra más hacia el norte y se queda sobre una loma sin subir ni bajar cerca de una hora. Iñigo Gabiria hace la baliza y aterriza junto a mí. Más tarde aparecen Robert, Javi de Deba, Juan Carlos de Madrid y Luis Miguel, que hacen la baliza y caen allí mismo.
Igone, a fuerza de paciencia consigue salir del agujero. Finalmente trinca un buen pepino abriéndose un pelín al valle y vuelve al techo del día. Desde luego, por constancia, se lo merece. Veo cómo desaparece hacia la tercera baliza. ¡Adios, adios! Una vez allí, y tras haber completado 25 Km de la prueba, no podrá trincar y se verá obligada a aterrizar cuando queda lo más sencillo de la prueba. Pero nos ha dado un buen repaso al resto, haciendo más del doble de kilómetros que el segundo clasificado.