Cpto. Navarro 2021 – 2 Mayo – Crónica de Asier

Escrito el: 4th mayo 2021 por AlasDeLeyre en PARAPENTE

Asier Izco – txapeldun

Escribo esta crónica a ver si os gusta y la siguiente vez me libro de la entrevista.
Bueno, realmente no habrá próxima vez porque esto ha sucedido debido a la prohibición de moverse entre provincias.

En el momento que por fin nos juntemos con los vecinos, repetir será imposible ya que los vascos son muchos y muy buenos. Además últimamente unos cuantos han cortado una banda, ya con dos, están en otra liga. Riojanos y maños aunque en menor número también tienen un gran nivel, así que lo veo imposible.

La previsión no era buena, pero me decido a ir ya que la anterior vez, hace poco, había volado muy a gusto allí.
Al llegar a Genevilla , como siempre, todas las facilidades del mundo: podía subir en coche, me subían solo la vela… vaya, a la carta.
Decido subir andando y con la vela, ya que últimamente tengo poco tiempo y así matar dos pájaros de un tiro: un poco de deporte y un rato de vuelo.

Salimos del aterrizaje Raúl, Fernando y yo.
Raúl que conoce bien la zona, que había mirado bien la previsión, y sabía que iba a ser un día flojo , como buen amigo que es, decide echarnos una mano a Fernando y a mí poniendo un ritmo de subida infernal.
Consigue que al llegar al despegue, nuestro peso en vuelo debido al sudor se haya reducido un par de kilos.

¡¡Perdón!! ¿He dicho despegue? ¡Despegue era antes! Ahora es una especie de Marina d’Or del parapente. Zogollo con la ayuda de otros pilotos, de la Escuela Navarra de Parapente, de pilotos vitorianos y seguramente mucha más gente, han dejado eso impresionante. Incluso han hecho una senda que sube directamente al despegue. Según dicen, para construir esa senda, uno de los vitorianos quitaba las piedras a guitarrazos.

Una vez arriba, muchas caras conocidas y otras muchas nuevas, cosa que siempre es una buena noticia.

Enseguida la brisa suave en el despegue le dice a mi cerebro que hoy seguro que se vuela, y como siempre desde que empecé a volar un cosquilleo ya recorre mi estómago. Por suerte, no termino detrás de un arbusto, como suele ser lo habitual.

En el briefing nos explican la prueba y me gusta mucho ver que empieza con un sencillo zigzag por la ladera. Me alegro por la gente que está empezando; recuerdo mis inicios, cuando hacer una o dos balizas era una gran victoria.

Con la ventana ya abierta la brisa es casi nula, y lógicamente nadie quiere despegar.
A falta de media hora para la apertura del Start los organizadores barajan la posibilidad de retrasar la manga, pero finalmente Íñigo sale a volar, así que queda poco tiempo y hay que salir.

Preparo rápido y ¡al aire! Se remonta más fácil de lo que parecía y a los 15 minutos de la apertura del Start todo hacía presagiar que el comienzo iba a ser sencillo ya la mayoría estábamos altos y bien colocados.

De repente… zasca!!, las térmicas desaparecen y todos vamos cayendo como hojas.
En el momento que el Start se abre y comienza la carrera me encuentro rascando por debajo del despegue y veo mucha gente bastante más abajo.
El cielo está casi totalmente cubierto, pero no es indicativo ya que antes estaba igual y funcionaba!
Desgraciadamente mantenerse en el aire era complicado y mucha gente pincha.

A partir de ese momento estaba claro que había que volar muy conservador; bueno, yo siempre vuelo así, jeje.
Cuando conseguimos ponernos encima de la ladera,  empieza la carrera y me motiva bastante ver que según pasan los kilómetros mantengo a los dos primeros Xabi e Íñigo, que son dos pilotazos, siempre a la vista.
Yo volaba a ratos solo y a ratos con Dani, hasta que cerca de una baliza por la zona del Ioar, giramos una térmica juntos con la diferencia que Dani había hecho la baliza y yo no.
En ese momento nos separamos y a partir de ahí ya vuelo solo.

A Dani apenas lo veo y a Xabi y a Íñigo ya los pierdo de vista. Volar solo siempre te resta posibilidades pero yo la verdad es que voy mucho más a gusto, ya que no veo a nadie y vuelo únicamente dependiendo de mis decisiones.

Antes de dar el salto a la última baliza de la ladera que está por la zona del León Dormido, me cruzo con Xabi e Íñigo que ya vuelven.
Ahí estamos bajos los 3. Sin mucha altura me lanzo a cruzar y lo consigo, pero ahora toca volver. El viento en esta dirección da de cara y casi estoy convencido de que no lo voy a conseguir.
Voy pensando que debajo hay unas buenas campas y que además en una de ellas está Iñigo Moreno, con lo que puedo aterrizar junto a él si no lo logro.
Por suerte, gano un pelín de altura en el León Dormido y consigo cruzar.
Aún me quedaría remar mucho tiempo con el viento de cara. Mientras, escucho a Xabi y a Iñigo con problemas y a Dani lo veo por última vez ya a punto de aterrizar.

Poco a poco vuelvo por la ladera remontando algo antes de cada hombro que salía de la ladera , para poder esquivarlo por fuera y evitar los sotaventos.

A la altura del aterrizaje Íñigo me anima para llegar a gol y me dice que él y Merchi me llevan la furgoneta hasta Los Arcos donde es el gol. ¡uff! En ese momento intuyo que sólo quedo yo y la verdad me da la motivación que necesito para pelear en el Ioar con la turbulenta térmica que hay en esa zona.

Una vez que consigo ganar la altura de las antenas por fin empiezo a subir a gusto y rápido.
Con la altura que tengo y viendo que la nube es grande y va en la dirección del gol decido saltar de allí mismo, aunque no era mi plan inicial.
La nube efectivamente me mantiene alto en la zona del sotavento de Ioar así que me da la sensación de que igual puedo hacer los kilómetros que me restan casi de planeo.

A mitad de camino me entran las dudas de si llegaré, ya que no encuentro ninguna ascendencia, en ese momento la sombra en el suelo es total y a sólo 1 kilómetro de gol ya estoy bajísimo.
Pienso que no voy a llegar por los pelos pero justo en ese momento tengo muchísima suerte y el vario empieza a pitar suavemente y me digo a mi mismo que ¡¡ésta no la suelto ni de coña!!

Suavemente voy ganando altura y ya me relajo porque ya sé que llego.
Aún y todo sigo girando y ya saboreando el gran vuelo, en el planeo a Gol mi cabeza empieza a pensar en otra cosa que no es otra que es Íñigo el que viene a buscarme y fijo que me intenta hacer la famosa entrevista y más con la reciente experiencia de Diego Etxegoien, que no se pudo librar.

Nada más aterrizar reporto y ya leo en el móvil los primeros enhorabuenas, acompañados de los  ”ahora te toca la entrevista” y caritas de risas.

Puff empiezo a pensar en coartadas…que si una crónica rápida… Aunque finalmente pienso que son Íñigo y Merchi los que me están trayendo la furgo y que únicamente va a ser montarme e irme para casa habiéndome ahorrado unos cuantos kilómetros. ¡la recogida perfecta! Mil gracias pareja.

Sé que para Íñigo poder documentar con videos las pruebas es importante, así que asumo que la haré.
Durante el poco rato que tardan en aparecer lo empleo en preparar lo que puedo decir en la entrevista y gracias a ello consigo no trabarme mucho ni tartamudear, jajaja.

!!Un día perfecto, entrevista incluida!!